A todos nos gusta tener ordenada la oficina y en muchas empresas no sucede esto, algo que no da muy buena imagen, especialmente si este espacio de trabajo es de acceso público. Una oficina desordenada no solo no da buena imagen sino que también provoca molestias a los trabajadores.
Por ello, siempre se pueden tener en cuenta diferentes factores para conseguir mantener ordenada la oficina y que todo el mundo, tanto trabajadores como clientes, puedan sentirse a gusto.
Mantén tu oficina ordenada con estos trucos
Los escritorios deben estar limpios y ordenados, con pocos elementos en la propia mesa, solamente los más necesarios. Además de dar buena imagen, está demostrado que un lugar de trabajo sobrecargado de objetos puede llegar a reducir la productividad de los trabajadores. Pero la limpieza del escritorio no debe quedar solamente en lo que se ve, sino también en lo que no se ve, es decir, en los cajones o archivadores.
Antes de finalizar la jornada laboral se aconseja tomarse unos minutos en recoger el escritorio y muebles auxiliares que se utilicen para el desempeño laboral. De esta forma se iniciará la jornada del día siguiente con el escritorio en perfectas condiciones.
Si se quiere conseguir una máxima limpieza, se recomienda poner jabón desinfectante en los baños del espacio de trabajo. De esta forma, todos los trabajadores volverán a su puesto con las manos libres de bacterias, manteniendo también el puesto de trabajo libre de suciedad.
Para mantener la oficina ordenada, se debe evitar comer en la mesa donde se está trabajando, migajas, salpicaduras, manchas de aceite… cualquier cosa puede ensuciar el suelo, escritorio, útiles para trabajar, etc.
Finalizamos con otro consejo tan sencillo como útil, se recomienda que todos los papeles estén ordenados en archivadores, bien sean de plástico, cartón o en armarios archivadores. De esta forma se reducirá el desorden.